Los obispos han hecho público un documento para recordar el Concilio Provincial Tarraconense (CPT) celebrado en 1995 y para alentar a las comunidades cristianas actuales: “Espíritu, ¿hacia dónde guías nuestras iglesias? A los 25 años del Concilio Provincial Tarraconense de 1995”. El nuevo documento conjunto de los obispos catalanes reafirma la validez de las resoluciones del Concilio Tarraconense y a su vez constata los grandes cambios —eclesiales, sociales, humanos y culturales— que se han producido en todo el mundo y también en el país.
El texto tiene muy presente las consecuencias de la pandemia del coronavirus, que ha acelerado los cambios y obliga a repensar las acciones y actitudes. Los obispos afirman que “la necesaria reconstrucción y los nuevos proyectos que se irán elaborando nos deben encontrar preparados para hacer una contribución explícita como discípulos del Evangelio de Jesús en cualquiera de los niveles de actuación y de los campos de acción que estén a nuestro alcance. Los cristianos no podemos inhibirnos como si no tuviéramos nada que decir”.
El Concilio Provincial Tarraconense se celebró en 1995 con una amplia representación de laicos, religiosos y clero de los obispados con sede en Cataluña. Las resoluciones aprobadas son el punto culminante de la recepción del Vaticano II en Cataluña. Ahora, el nuevo documento enlaza con el programa del papa Francisco recogido, entre otros, en los documentos Evangelii gaudium, Laudato si y la reciente encíclica sobre la fraternidad humana Fratelli tutti.
“Espíritu, ¿hacia dónde guías nuestras iglesias?” recoge las aportaciones de los cuatro temas en los que se agruparon las resoluciones del Concilio Tarraconense y profundiza especialmente en la centralidad de la Palabra de Dios en la vida de la Iglesia y en la solicitud por los pobres y marginados.
El text signado conjuntamente por todos los obispos de Cataluña se hace público coincidiendo con la eucaristía de clausura del vigésimo quinto aniversario del Concilio Tarraconense de este jueves por la tarde en la catedral de Tarragona. La celebración se había aplazado desde junio del año pasado y se celebra con un aforamiento reducido y cumpliendo todas las medidas de prevención sanitarias pertinentes.
También se emite en directo. La misa será presidida por el arzobispo Joan Planellas, presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense, y concelebrada con los obispos de las diócesis con sede en Cataluña.