El día de la festividad de la Virgen de Fátima, el Movimiento Vida Ascendente celebró en este día 13 de mayo, la XXIX Encuentro interdiocesano en Vic, bajo el lema «la fe nos mueve». Venidos de todo los diez obispados de Cataluña y presentes en los actos, los asistentes fueron unas 830 personas.

El día se inició con el paseo desde el punto donde aparcaban los autocares hasta la Catedral de San Pedro, disfrutando del marco de sus calles medievales, alrededor de la plaza Mayor.

Dentro de la Catedral hicimos admirar y escuchar la explicación que se nos hizo de las pinturas de Josep M. Sert. También participamos activamente de la celebración eucarística con momentos muy significativos. La presencia del Obispo Romano Casanova, junto con una cuarentena de sacerdotes y diáconos, personalidades políticas del Ayuntamiento- Batlle y concejales- y tantos hombres y mujeres con sus experiencias de vida, hacía creer que todos éramos un solo espíritu, todos viviendo en la misma sintonía de paz, servicio y amor a nuestra Iglesia.

Mundos. Romà Casanova en su homilía y saludo acogedora, nos señalaba: «Hay que tener la certeza de que Dios nos acoge. Tener el convencimiento de que podemos crecer siempre como cristianos. Profundizar en la fe, en el amor de Jesús, crecer en la pobreza , la enfermedad o la vejez. Dar testimonio, evangelizar en nuestro entorno, manifestó el amor de Dios de ternura, en la vida y en la muerte. Pedir a María ser como ella, seguidores y testigos de Jesús con su amor … »

En la liturgia de la eucaristía, la presentación de las ofrendas: Flores, Pan y Vino, fue hecha por miembros de Vida Ascendente de Vic. Seguidos por los presidentes de cada obispado, ofreciendo linternas, signo de luz (estos cirios encendidos se pusieron a los pies de la Virgen de Fátima, mientras se cantaba el himno de Vida Ascendente al finalizar la Misa). El momento más importante, recibir el Cuerpo de Jesús, también nos infundía una gran profundidad espiritual y nos recordaba rato antes, la aspersión del agua bendita «Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Un solo Dios y Padre «y el canto de la Comunión» Cuerpo sagrado! Come y serás fuerte. Cáliz santo! Bebe mi sangre, que yo soy la vida, y yo soy el amor «.

Después, todo el mundo tranquilamente nos dirigimos a participar de la comida de hermandad en el Pabellón del Azúcar (lugar grande y acogedor) con la alegría de poder saludar y abrazar a los conocidos. La comida se convirtió también en momento de gran alegría. Los músicos amenizaban con sus instrumentos y las conversaciones entre los comensales no dejaba de ser un signo de amistad perdurable. Y, recordando otros encuentros y personas que faltaban, se puso el puntito de nostalgia !.

La presidenta de Vida Ascendente de Vic, Sra. Montse Font Gumfaus y sus colaboradores, se deshacían con atenciones y al mismo tiempo aprovecharon para hacer entrega de unos regalos simbólicos a personas que han ofrecido su servicio al movimiento del obispado de Vic (Manresa, Manlleu, etc …) .

Podemos agradecer el esfuerzo que hicieron cada uno con sus aportaciones y servicios, para que el Encuentro fue tal como la vimos visualizar y vivir: «MAGNÍFICA». Y nos decíamos: Gracias amigos! Gracias por poner vida a los años !.

Fuente: M. Carme Ribas