Los días 2 y 3 de octubre se ha celebrado, en el monasterio de Santa María de Poblet, el Congreso de Laicado en Cataluña, con el lema «Ser más Iglesia, servir más al mundo», un espacio de reflexión, encuentro y oración. El Congreso ha sido organizado por un grupo de laicos cristianos, constituidos en red, con el nombre de «Laicado XXI», comprometidos en distintas parroquias, comunidades y movimientos.
En el Congreso han asistido más de quinientas personas de las diez diócesis catalanas, de Mallorca y de Menorca, y ha contado con la presencia y acompañamiento del arzobispo de Tarragona, Mons. Jaume Pujol, el arzobispo de Urgell, Mons. Joan Enric Vives, el obispo de Girona, Mons. Francesc Pardo, el obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Sebastià Taltavull, el padre abad de Poblet, Dom José Alegre, y distintos delegados diocesanos de apostolado seglar.
El Congreso se inició la noche del viernes, con una vigilia de oración, y se presentó la mañana del sábado. Después, los asistentes se distribuyeron en veinte talleres, mañana y tarde, para tratar los tres ámbitos de trabajo: «Cristianos en el mundo», «Laicos en la Iglesia» y «Espiritualidad laical». Algunos de los aspectos que se trabajaron en los talleres fueron: «Nuevas situaciones familiares, nuevos retos», «El mundo laboral, un espacio de experiencia creyente», «Un mundo que queremos diferente: compromiso social y político», «El mundo de la pobreza cambia nuestras vidas», «Laicado corresponsable con misión y camino: del Concilio Vaticano II a la exhortación Evangelii Gaudium , del papa Francisco», «El Evangelio vertebra nuestras vidas», «Testimonio: ser ’sal de la tierra y luz del mundo’», «Oración en la vida corriente» y «Mística laical».
La Eucaristía de clausura del Congreso fue presidida por el arzobispo Pujol, quien en la homilía subrayó que generaciones y generaciones de cristianos habían anunciado y vivido el Evangelio en nuestra tierra y que ahora nos corresponde a nosotros hacerlo, con alegría y esperanza. Citó también las palabras del Papa Francisco en las que afirma que «el futuro de la Iglesia reclama ya desde ahora una participación mucho más activa de los laicos’ y animó a los organizadores del Congreso a seguir trabajando con constancia y esperanza.
Al terminar la Eucaristía, los organizadores leyeron el manifiesto final del Congreso, en el que afirman que «en nuestra sociedad secularizada, en la que parece que Dios no sea necesario, nosotros, laicos cristianos en Cataluña, amamos este mundo y queremos mirarlo con la mirada amorosa y confiada de Dios y vemos esta sociedad que nos toca vivir como una nueva oportunidad para dar testimonio de la radicalidad del amor de Dios a cada hombre y mujer y especialmente a los pobres. Queremos colaborar a hacer una Iglesia más servidora del mundo, más en salida y queremos ser testigos de esta fe que llevamos ’en vasijas de barro’, y, por ello, nos comprometemos a trabajar para ser más ’sal de la tierra y luz del mundo’ y ayudar a que nuestras comunidades, parroquias, grupos y movimientos también lo sean. Queremos vivir y transmitir la belleza del amor salvífico de Dios manifestado en Jesucristo. Ayúdanos, Señor, a ser más Iglesia para servir más al mundo».
Fuente : Gabinet d’Informació de l’Església a Catalunya