Fecha: 5 de febrero de 2023
Quiero referirme hoy a dos instituciones que en el mes de febrero tienen especial presencia social y manifiestan con más intensidad su actividad. Son MANOS UNIDAS y LA HOSPITALIDAD DE LA VIRGEN DE LOURDES con los grupos parroquiales de pastoral de la salud. Desde luego no tienen más importancia que otras muchas organizaciones católicas que entre nosotros tienen una finalidad caritativa. Todas ellas tienen un mismo nivel de compromiso con los más necesitados y alguna vez hemos dedicado también comentarios a resaltar su dedicación. Hemos hablado de Cáritas, de las Cofradías, de las que distribuyen alimentos o hacen refuerzo escolar, de las que atienden a los sin techo o buscan viviendas dignas, de los campamentos y colonias juveniles, de quienes promueven voluntariado para el Tercer Mundo, etc.
Es de justicia que agradezca la labor de todos y anime a las generaciones más jóvenes a colaborar y a participar activamente en alguna de estas actividades que dignifican el ser humano y ayudan a que la sociedad tenga un rostro más justo y solidario. Es una labor que nace del mandato de Jesús de Nazaret y que nos transmite y actualiza la Iglesia. Con esa motivación evangélica contribuimos a la fraternidad de todo el género humano, colaboramos con organizaciones de diferente signo y agradecemos el respeto que los demás tienen hacia nuestras propias convicciones. Somos gentes de la Iglesia católica pero no pretendemos excluir a nadie, por motivos culturales o religiosos, de la ayuda necesaria; no pretendemos crear enfrentamientos ni levantar barreras; no deseamos manifestar orgullo o satisfacción plena por nuestras acciones. Movidos por la fe en Jesucristo ponemos por encima de todo el amor a los demás. Y eso da sentido a nuestra vida.
Desde hace más de sesenta años, Manos Unidas dedica los primeros días de febrero a recordar a todos su lucha contra el hambre en el mundo. Promueven colectas en parroquias, colegios y otras instituciones, organizan cenas solidarias, han acuñado la expresión “ayuno voluntario”, dan conferencias y animan cursos sobre las desigualdades sociales. Al mismo tiempo dan cuentas de lo recaudado y explican a la perfección sus obras en los países en vías de desarrollo y cada año nos dan a conocer un lema, siempre provocador, para interpelar nuestra conciencia adormilada o despreocupada de los males de este mundo. Este año nos dicen: FRENAR LA DESIGUALDAD ESTÁ EN TUS MANOS y nos proponen colaborar en la financiación de dos proyectos: uno en Sacaba (Bolivia) en un programa de atención a las mujeres y otro en Kandhamal (India) en un programa de prevención del tráfico ilegal de personas. Aunque los responsables diocesanos de esta organización nos piden la colaboración de personas que se comprometan para esta finalidad.
Este año se celebra la XXXI Jornada Mundial del Enfermo que coincide con la fiesta de la Virgen de Lourdes (11 de febrero) y que se hace visible en nuestra diócesis, además de la tarea de todos los grupos de Pastoral de la Salud integrados en las diferentes parroquias, con la actividad de la Hospitalidad de Lourdes. Todos ellos dedican su tiempo a la atención de los enfermos acompañando, cuidando, rezando y ayudando a la familia sometida a la sorpresa de una enfermedad de un miembro suyo. Organizan también peregrinaciones al santuario de la Virgen de Lourdes con positiva respuesta de enfermos, devotos y colaboradores. Animo a todos a participar en esta tarea que tanta gratificación genera en la atención a las personas más frágiles. El Papa, como es costumbre cada año, escribe un mensaje dirigido a todos que ha titulado “CUIDA DE ÉL”. La compasión como ejercicio sinodal de sanación. Recuerda la frase del samaritano en el evangelio de san Lucas.