Fecha: 9 de abril de 2023
Estoy seguro de que todos hemos oído alguna vez la expresión «estar más contento que unas pascuas». Es una expresión que quizá utilizamos más los que ya tenemos una edad, pero intuyo que, si salimos a la calle y preguntamos a los más jóvenes, también conocerán o deducirán lo que significa: un estado de ánimo de satisfacción y de gran alegría. Y es que lo que provoca la Pascua es precisamente esto, un estado de inmensa alegría porque Jesús ha resucitado.
La Pascua es la celebración más entrañable para un cristiano. Es difícil de expresar con palabras, es como la explosión de la primavera, la estación del año en que todo renace y se llena de color, de vida y de esperanza. A lo largo de los siglos encontramos bellas imágenes de este momento tan intenso y vital para los cristianos en la literatura y mundo del arte.
Hoy quisiera compartir con vosotros tres textos de la Sagrada Escritura que nos ayudan a comprender la Pascua como paso, encuentro y promesa. Ojalá que nos animen a vivir con intensidad este tiempo pascual.
- Éxodo, capítulo 14, versículos 1-31
El pueblo judío, el día de Pascua, rememora que Dios lo ha liberado de la esclavitud en Egipto. En el libro del Éxodo podemos leer que Moisés condujo al pueblo de Israel hasta el mar Rojo y retiró las aguas para que pasara sano y salvo hasta la otra orilla. También nosotros podemos experimentar este «paso» en nuestra vida. Jesús resucitado nos invita a pasar del miedo a la confianza, del individualismo a la comunión, de la tristesa a la alegría, del desánimo a la esperanza.
- Evangelio según san Lucas, capítulo 24,
versículos 13-35
La Pascua es ante todo un encuentro con Cristo. El evangelista Lucas explica la historia de dos discípulos de Jesús que han salido de Jerusalén y se dirigen a la aldea de Emaús. Los dos seguidores están tristes. Jesús ha sido crucificado y piensan que su misión ha terminado. Sin embargo, de pronto, algo maravilloso sucede. Un desconocido se pone a caminar y a conversar con ellos. Es Jesús. Después de pasar todo el día con él, regresan a Jerusalén llenos de alegría por haberlo encontrado.
A veces, a nosotros nos puede pasar lo mismo que a estos dos discípulos. También podemos pasar por momentos de desánimo, cansancio y decepción. Sin embargo, aunque a veces nos cueste verlo, Jesús siempre viene
con nosotros; solo Él es capaz de conseguir que nuestro corazón vuelva a arder con el fuego de la alegría. Ojalá que sepamos encontrar a Jesucristo resucitado en el hermano que camina a nuestro lado, en lo más cotidiano. Que la mesa de la Palabra y de la Eucaristía nos alimenten y ayuden a acoger a Jesucristo en nuestras vidas.
- Carta a los colosenses, capítulo 1, versículo 18
La Pascua es un motivo de esperanza para todos los cristianos. Jesús nos promete que un día nosotros también resucitaremos. Y es que, tal como dice san Pablo en la carta a los colosenses, Él es el primer resucitado, «el primogénito de entre los muertos». La muerte y el pecado no tienen la última palabra. Dejémonos llevar por Cristo y caminemos por la senda que conduce a la vida.
Queridos hermanos y hermanas, alegrémonos porque el Señor ha resucitado. Pidamos a Dios que nos ayude a convertirnos en personas resucitadas, llenas del fuego de su amor.
¡Feliz Pascua de Resurrección!