Fecha: 9 de junio de 2024

Estimado niño, estimada niña, que celebras tu primera comunión: ¡muchas felicidades! ¡Qué suerte tienes de ser amigo/amiga de Jesús y de recibirlo dentro de ti al participar en la eucaristía! En la catequesis de tu parroquia has aprendido muchas cosas de Él y también has aprendido muchas oraciones para hablar de tú a tú con Él, como un amigo habla con otro Amigo. Dale siempre muchas gracias por esta preciosa amistad. Dale también muchas gracias por los catequistas y padres que te han ayudado a conocer a Jesús.

Pero ya sé que me dirás que todavía te falta mucho por conocer, mucho por celebrar y vivir en esta bonita amistad. Te invito a que continúes conociendo a Jesús cada día mejor, porque los amigos de verdad siguen tratándose durante toda la vida. Anímate, por lo tanto, a continuar participando, junto con los otros niños y niñas de tu grupo, en la catequesis parroquial de post comunión. ¡Vale mucho la pena!

Te animo a que también continúes asistiendo a la eucaristía que se celebra en tu parroquia cada domingo. Ve con tus padres, hermanos y amigos. El domingo es el día en que los cristianos conmemoramos la Resurrección de Jesucristo. Él te continúa hablando a través de los textos bíblicos que proclamamos durante la celebración de la eucaristía, sobre todo a través de los Evangelios. Y ve también a Misa para recibir la comunión, su pan de vida, el alimento que nos nutre y nos da la fuerza para crecer y madurar como buenos discípulos de Jesús. En el momento en que recibas la comunión, el Cuerpo de Cristo, y respondas “amén”, recuerda siempre que Jesús no solo está contigo, sino que está también en ti, dentro de lo más íntimo de tu ser.

Por cierto… no dejes de rezarle cada día a Jesús, tu mejor Amigo: al levantarte de buena mañana, dándole gracias por los alimentos que comes, y al acostarte por la noche. Tu amistad con Jesús crecerá más si hablas con Él y si le escuchas cada día. Y cuando te des cuenta de que has fallado en algo que no está bien, no dudes en pedir perdón y celebrar el sacramento de la reconciliación. Recuerda que el buen Papa Francisco acostumbra a decirnos que Dios nunca se cansa de perdonarnos.

Intenta ser tan buen niño, tan buena niña, como ya lo eres, especialmente con los más pobres y necesitados. Comparte tu tiempo y tus cosas con quienes tienen menos que tú. No olvides que hay más gozo en dar que en recibir. En el colegio sé amigo/amiga de todo el mundo. Ama mucho a tus padres, hermanos, abuelos y familiares. Sé generoso y buen colaborador en todo. Y pídele a Jesús que seáis una familia muy unida y feliz. Saluda de mi parte a tu padre y a tu madre. Ellos te quieren mucho.

¡Qué pasada vivir la joya de ser cristianos! Reza por mí, tu obispo. Yo rezo por ti, buen niño, buena niña, que celebráis la primera comunión.