Este domingo el Arzobispado de Barcelona ha dedicado una misa a la Catedral para rezar, especialmente, por las víctimas y damnificados de la tragedia de Dana, Valencia y Albacete. El arzobispo de Barcelona, Cardenal Joan Josep Omella, ha agradecido la solidaridad y el amor que se ha extendido entre los fieles que se han volcado en ayudar económicamente, enviando ropa y alimentos o, incluso, desplazándose al sitio de los hechos para dar su apoyo.
«¡Qué generosidad! Esto es amar a los hermanos tal y como hemos visto estos días de la catástrofe vivida en España». Así lo dijo el arzobispo Omella, que explicó que este domingo, Dia de la Iglesia Diocesana, desde la Conferencia Episcopal Española se decidió destinar la colecta a las Cáritas de los territorios afectados de Valencia y del sur de Andalucía.
Acompañado de los obispos auxiliares, Mons. Javier Vilanova y Mons. David Abadías, y del Capítulo de Canónigos, Omella presidió la celebración, en la que destacó la reacción solidaria de los barceloneses que desde el primer día se destinaron fondos a Cáritas Barcelona para ayudar a paliar los efectos de la DANA.
Una respuesta solidaria fraterna
«Hemos visto cómo nuestros corazones se han conmovido y hemos dado lo mejor de nosotros. Enviando comida, ropa dinero… Hemos visto la entrega generosa de tantos voluntarios y profesionales que han acudido al lugar de la catástrofe para acompañar, escuchar y poner nuestra generosidad, sin preguntar nada sobre procedencias creencias afiliación política o ideológica», decía conmovido Omella.
En este sentido, destacó la importancia de abrazar a todo el mundo como hermanos. Citando al Papa Francisco, dijo: «la diversidad reconocida, aceptada y valorada hace crecer nuestra identidad». Exhortó a «no tener miedo a la diversidad», y recordó que «no hace falta preguntar, sino amar y acoger». «Esta acción de entrega generosa es el amor, es la belleza que salvará al mundo. Viendo esa corriente de generosa que ha surgido entre la sociedad española uno dice “creo en el mundo y en el futuro”», dijo Omella.
Con esta respuesta de la Iglesia de Barcelona, el arzobispo destacó su orgullo «como pastor de la Iglesia que peregrina a Barcelona», «por la entrega y generosidad que cada día crece especialmente, entre los jóvenes». «Trabajamos para construir un mundo en paz y justicia en el que no entren las confrontaciones políticas.Recemos por la Iglesia en este día de hermandad, una Iglesia que quiere ser una buena samaritana», dijo.
Llamamiento para ayudar los afectados