Fecha: 30 de marzo de 2025

La mejor película en los Premios Gaudí y en los Premios Goya de este año ha sido El 47. Como sabéis, la trama se centra en la historia real de Manolo Vital, un conductor de autobús que, en 1978, decidió demostrar que los autobuses podían llegar al barrio de Torre Baró en Barcelona, desafiando las afirmaciones del Ayuntamiento que sostenían lo contrario debido a las condiciones de las calles. La película trae a la memoria uno de tantos relatos de movimientos vecinales y luchas sociales de la época. Quienes vivieron esos años conocen la inestimable labor que parroquias y movimientos especializados de la Iglesia realizaban junto al pueblo en la promoción humana integral de una sociedad que ha configurado la Catalunya de nuestros días. La Iglesia sigue estando al servicio de la evangelización y la promoción humana integral de tantos, de miles.

El año pasado, la campaña Xtantos para sensibilizar a los contribuyentes sobre el impacto positivo que tiene marcar la casilla 105 en la labor social, educativa y pastoral que realiza la Iglesia, incluyó una iniciativa denominada Un viaje Por Tantos. Durante este viaje 15 personas que no solían marcar la casilla fueron invitadas a conocer de cerca seis proyectos de la Iglesia en diversas localidades. Como resultado de esta experiencia, once de los participantes decidieron comenzar a marcar la X a favor de la Iglesia en sus futuras declaraciones de la renta.

Marcar la casilla 105 no implica un coste adicional para el contribuyente ni reduce el importe a devolver en caso de que la declaración sea negativa. Simplemente, se asigna el 0,7% de los impuestos ya pagados al sostenimiento de la Iglesia católica. Además, es posible marcar simultáneamente la casilla destinada a «Otros fines sociales» (casilla 106), lo que permite destinar otro 0,7% a proyectos sociales gestionados por diversas ONG, sumando un 1,4% en total.

La experiencia de este viaje confirma la importancia de conocer a qué se destinan nuestras aportaciones en la declaración de la renta. Os invito a ver el documental que narra el viaje y a percibir cómo el contacto con la realidad cambia la mirada de los viajeros, a quienes no podemos llamar protagonistas. Porque los verdaderos protagonistas, tanto en El 47 como en Un viaje por tantos, son las personas a las que la Iglesia acompaña y sirve haciendo de sus vidas y de este mundo, un viaje mejor, con más calidad y calidez de VIDA y dignidad.