Fecha: 24 de octubre de 2021
Es un domingo importante para la Iglesia. Celebra el DOMUND, es el día en el que de un modo especial los católicos miran, conocen y colaboran con todas las misiones del mundo. Es una preocupación permanente de la Iglesia llevar el mensaje de Jesucristo a todas las regiones del planeta pero se señala este día para que las parroquias y comunidades proclamen con fortaleza el amor de Dios para con todos, que resalten su vinculación fraterna, como señala el papa Francisco, y traten de ampliar la ayuda para las comunidades más necesitadas.
El segundo aspecto del cometido de los misioneros, la ayuda a los demás, es el que produce una mayor admiración por parte de los que viven en el mundo occidental, tanto si son creyentes como si se manifiestan alejados de la fe o han prescindido totalmente de Dios. Se producen grandes elogios cuando un programa de radio o unas imágenes de televisión muestran la inmensa dedicación de este grupo de hombres y mujeres, algunos de ellos con muchos años de servicio, en escuelas, en labores del campo, en los dispensarios o en cualquier otro lugar donde el centro es la persona a la que ayudan y curan, acompañan y enseñan.
Son auténticos testigos del amor de Dios. Por ello son queridos y su palabra es manifiestamente creíble. Su vida suscita las grandes preguntas de sentido que toda persona se formula a lo largo de su vida. No importa su nivel cultural o su estatus social; bien viva en un país desarrollado o en una comunidad sin recursos. Porque las cuestiones fundamentales del vivir y del creer están en la base del crecer y del desarrollo personal; con el don sagrado de la libertad nacen las preguntas sobre Dios, sobre las relaciones con los demás, sobre la vida y la muerte.
Algún columnista de prensa local escribía hace pocas semanas que los sacerdotes le causan miedo y no le garantizan ninguna confianza; en cambio para la gran mayoría de los conciudadanos son buenos servidores del Evangelio, atienden con desvelo al pueblo de Dios y están a disposición de todos ante tanta penalidad que sufre nuestra sociedad. Es más en los países más pobres ven reconocida su labor y son valorados de forma significativa por su actitud y entrega hacia todos. Por supuesto que aceptamos la crítica externa y debemos revisar de forma constante los elementos negativos de nuestra gestión porque alguna vez olvidamos el compromiso adquirido. Sin embargo hoy es un día de fiesta en la que nos alegramos porque muchos sacerdotes y religiosos/as no tienen ningún miedo de vivir con personas pobres en países pobres y éstas no temen estar con ellos. Incluso hablando de nuestra tierra todos los sacerdotes se conmueven ante el sufrimiento y la soledad de sus hermanos y se empeñan hasta el límite de sus fuerzas por estar cerca de los que sufren y quieren que su presencia posibilite alegría y esperanza en el Señor que sostiene la vida de todos.
El lema de este año: CUENTA LO QUE HAS VISTO Y OIDO. Es una descripción preciosa de lo que tantos misioneros hacen cuando vienen a visitarnos, nos cuentan lo que están viviendo y nos entusiasman con ardor apostólico. En España hay alrededor de 10.000 misioneros a tiempo total en todos los rincones del mundo viviendo en 135 países; también hay más de 11.000 voluntarios que dedican un tiempo de su vida a hacer una experiencia misionera. Son muchos los que nos cuentan su tarea evangelizadora y su solidaridad con el prójimo. Quienes estamos viviendo en esta sociedad de bienestar relativo debemos contribuir con nuestras oraciones, con parte de nuestro tiempo y con las aportaciones económicas que nos vinculen a esta impresionante obra que se hace más patente en este domingo del DOMUND.