Fecha: 13 de octubre de 2024
El próximo domingo, 20 de octubre, es la jornada que la Iglesia dedica, como cada año, a las misiones. Es el DOmingo MUNDial que tanta trascendencia tiene para todas las comunidades católicas y con tanta tenacidad y constancia han participado desde siempre con la oración y con su aportación económica. Son muchos años los que la Iglesia nos recuerda la admirable tarea de miles de misioneros que se trasladan a tierras lejanas desde su confortable situación familiar o profesional. A unas tierras cuyos habitantes los acogen como hermanos receptores de una palabra de consuelo y de esperanza. La Palabra de Jesús de Nazaret que ofrece la fraternidad y la salvación. Quienes recibimos esa palabra nos comprometimos a anunciarla, a darla a conocer a toda la humanidad. Fue el mandato del Hermano y Señor antes de ascender a los cielos.
Reflexiono con vosotros y os lo anuncio una semana antes para que podamos preparar este día tan señalado y compartir el entusiasmo y la ayuda para los misioneros y sus comunidades.
España es una gran cuna misionera, es uno de los países que más misioneros tiene repartidos por el mundo. En la base de datos de OMP (Obras Misionales Pontificias), entidad encargada de organizar esta jornada, hay registrados 9.932 misioneros. De ellos, 6.042 están en destino y 3.890 en nuestro país colaborando con la animación misionera o a la espera de nuevos destinos. El 53% son mujeres y el 47% hombres. Perú, con 582 es el país que hoy cuenta con más españoles. Unas 383 instituciones católicas envían misioneros; cada una con un carisma y sensibilidad diferente pero todas en comunión. Gran cantidad de países reciben la dedicación de estos hermanos nuestros. Recordad cómo el papa Francisco en su último viaje al sureste de Asia y a Oceanía mostró mucho interés en reunirse con el grupo de misioneros que allí compartían su vida y predicaban el Evangelio. Muchos quedamos sorprendidos por las fotos que ilustraban esas noticias.
El lema de este año proclama: ID E INVITAD A TODOS AL BANQUETE. Es una frase corta que resume la intención principal que se quiere transmitir. Perdonad la vulgaridad pero es semejante a la publicidad que utilizan las marcas comerciales para ofrecer de modo instantáneo sus productos. Con estas palabras se incluye el mandato de todo cristiano a ir de misión, la invitación como una oferta de salvación para quien quiera seguir sin exclusión de nadie y el objetivo final, sentarse en el banquete, la Eucaristía, que alimenta y fortalece la misma vida.
El Papa tiene la buena costumbre de redactar un Mensaje comentando el sentir del lema que lo vincula generalmente a las preocupaciones que tiene y vive la Iglesia en esos momentos. Además de la reflexión sobre Jesucristo que se convierte en comida y bebida citando los textos evangélicos de referencia hacia la vida y la salvación definitiva; nos pide intensificar ante todo la participación en la Misa y la oración por la misión evangelizadora y agradece a los misionero su empeño en llevar la Buena Noticia allí donde la gente todavía no la ha recibido o la ha acogido recientemente.
Hay un dato por el que muchos suelen preguntar y, por otra parte, estamos obligados a ofrecer: las cuentas del Domund. Cito las del año 2023: la cantidad total ascendió a 61.402.193 euros; las diócesis españolas recogieron 8.914.063 euros. Se enviaron a 29 países, 170 diócesis, 366 proyectos, 172 ordinarios (gastos diarios de la propia misión) y 112 extraordinarios (formación, construcción equipamientos y medios de comunicación). El Papa insiste en este mismo objetivo afirmando que las colectas están enteramente destinadas al Fondo Universal de Solidaridad para las necesidades de todas las misiones de la Iglesia.
A todos vosotros, gracias por vuestra colaboración en oraciones y en limosnas.
