Fecha: 9 de junio de 2024

La Iglesia católica celebrará en todo el mundo el Jubileo del año 2025, del 24 de diciembre de 2024 al 14 de diciembre de 2025. El lema será “Peregrinos de Esperanza”. El pasado día 9 de mayo el papa Francisco publicó la Bula de convocación de este jubileo. Coincide además con el aniversario del Concilio de Nicea que se celebró el año 325. Han pasado 1.700 años. Con este recuerdo los católicos mostramos nuestro agradecimiento al Señor por aquellas sesiones conciliares y por los procesos posteriores a lo largo de los siglos que han fijado las enseñanzas reveladas en la Palabra de Dios y que se sintetizan en las verdades que recitamos o cantamos en el CREDO. El Papa ha pedido además que este año 2024 sea un año de oración en todas las comunidades católicas para que los frutos del Jubileo partan siempre del interior del creyente.

Un año santo, o jubileo, es un tiempo de peregrinaje, oración, arrepentimiento y obras de misericordia, basado en la antigua tradición judía de un año jubilar de descanso, perdón y renovación. Así lo podéis comprobar en los numerosos textos de la Biblia que habéis leído o escuchado y que son una gran lección de vida para todos. Os cito solamente un texto del libro del Levítico: “Declararéis santo el año cincuenta y promulgaréis por el país liberación para todos sus habitantes. Será para vosotros año jubilar; cada uno de vosotros recobrará su propiedad y retornará a su familia” (25,10). En los siguientes versículos del mismo capítulo citado se encuentra el desarrollo concreto de lo que significa el tiempo jubilar. En el Nuevo Testamento hay una referencia en el evangelio de san Lucas que nos habla de la predicación de Jesús en Nazaret (4,16-30) y dice así: “El Espíritu del Señor esta sobre mí… me ha enviado… a proclamar el año de gracia del Señor”. Para la preparación del gran jubileo hay que dar particularmente importancia a este pasaje del evangelio donde los destinatarios privilegiados de la acción de Cristo son los pobres.

En la historia de la Iglesia es el papa Bonifacio VIII quien declara el primer Año Santo en el año 1.300 y ahora se celebran cada 25 años. Si bien el papa Francisco convocó una edición providencial dedicada a la misericordia en el año 2015. El anterior jubileo se celebró en año 2.000 convocado por el papa San Juan Pablo II cuando introdujo a la Iglesia católica en el tercer milenio.

La llamada del papa Francisco a celebrar el Jubileo próximo lo hace en un escrito (bula) fechado el día 9 de mayo, Solemnidad de la Ascensión del Señor, que ha titulado “La esperanza no defrauda” (Rm 5,5). ‘Bajo el signo de la esperanza el apóstol Pablo infundía aliento a la comunidad cristiana de Roma. La esperanza también constituye el mensaje central del próximo Jubileo’ dice el Papa en las primeras líneas del mencionado documento que os aconsejo su lectura porque ayuda a abrir las puertas del corazón a la experiencia de Dios evitando caer en el derrotismo o en la indiferencia. Son muy sugerentes los títulos de los breves capítulos: una Palabra de esperanza. Un camino de esperanza. Signos de esperanza. Llamamiento a la esperanza. Anclados en la esperanza. Habla también del sacramento de la Penitencia que nos asegura que Dios quita nuestros pecados aconsejándonos la asidua asistencia a solicitar el perdón de los mismos. Termina con una referencia a la Madre de Dios, en ella se encuentra el testimonio más alto de la esperanza que no es un fútil optimismo sino un don de gracia en el realismo de la vida. Nos recuerda el Concilio de Nicea y nos invita a que todas las diócesis participen de este magno acontecimiento de modo similar a como se realizará en Roma.

En nuestra diócesis concretaremos las indicaciones del Papa para esta celebración y avisaremos con antelación para conocimiento de todos.