Fecha: 4 de julio de 2021
Tiene muchos significados la palabra sínodo (hacer un camino junto a otras personas). A nosotros en este caso nos importa una acepción: la reunión de algunos obispos de la Iglesia universal, convocados por el Papa, para reflexionar sobre un tema concreto que afecta a la vida eclesial. La familia, las vocaciones, el sacerdocio, la catequesis, el laicado… son algunas cuestiones que se han abordado en el pasado y, siempre, el Papa, con las aportaciones de los padres sinodales, elabora al final del encuentro un documento para todos los católicos con las orientaciones oportunas para su vida y para su misión.
En esta ocasión el papa Francisco afronta una cuestión que le preocupa mucho y que quiere que todos los católicos reflexionen en profundidad y actúen en consecuencia Lo ha titulado:“POR UNA IGLESIA SINODAL: COMUNIÓN, PARTICIPACIÓN Y MISIÓN”, con una fase final en octubre de 2023 para la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos. Desde ahora hasta entonces hay un itinerario señalado para las distintas fases. Es este:
9-10 de octubre de 2021: Apertura con el Santo Padre en el Vaticano.
17 de octubre, domingo: Apertura en las Iglesias particulares.
Octubre 2021 – abril 2022, fase en las Iglesias particulares y en otras realidades eclesiales. Se cuenta con la participación y apoyo de las Conferencias Episcopales de los distintos países o regiones.
Septiembre 2022 – marzo 2023, fase continental.
Octubre de 2023, fase de la Iglesia Universal.
Existe una Secretaría del Sínodo que se encargará de enviar los documentos preparatorios para que funcionen bien las distintas fases previstas. Además cada obispo nombrará un responsable diocesano de la consulta que pueda ser punto de referencia y enlace con la Conferencia Episcopal. También se nos dice que la consulta al Pueblo de Dios en cada Iglesia particular se clausurará con una reunión pre-sinodal, que será el momento culminante del discernimiento diocesano.
Es un ambicioso programa de consulta y de participación para que todos los miembros del Pueblo de Dios tengan la oportunidad de dar su opinión y colaborar con su presencia y con su reflexión en la dinámica de caminar juntos con otros hermanos haciendo en la práctica un ejercicio de corresponsabilidad pastoral.
Esta convocatoria se hizo pública el pasado 21 de mayo en una rueda de prensa en el Vaticano. Unos días después pudimos anunciar esta iniciativa papala todos los reunidos en nuestra Asamblea Diocesana. Fue sólo dar la noticia y explicar brevemente el itinerario y la disposición del Santo Padre para invitar a todos los católicos a implicarse en esta consulta universal.
No cabe la menor duda de que las características que rodean este Sínodo nos obligan a revisar nuestro propio planteamiento propuesto el pasado verano como Plan Diocesano de Pastoral (2020-2024). O bien acomodando nuestros objetivos diocesanos a los de la consulta sinodal o bien sumando ambas líneas de actuación y participando en los dos proyectos. Muchos de nosotros ya están acostumbrados a trabajar en equipo y no les resultará extraño seguir con el procedimiento que se nos propone. Durante el mes de septiembre se valorarán las alternativas y se estudiará la documentación que llegue desde la Secretaría del Sínodo. Dedicaremos otros comentarios semejantes a este para informar de los distintos contenidos y para explicar la importancia del método sinodal.