El día 6 de julio por la tarde tuvo lugar una misa funeral por las víctimas del Covid19 en toda España, en la Catedral de Sta. María de la Almudena de Madrid. Fue presidida por el Cardenal Arzobispo de Madrid Carlos Osoro, y a la cual participaron el Presidente de la Conferencia Episcopal Española Cardenal Juan José Omella, el Nuncio y los Obispos de la Comisión Permanente entre los cuales el Arzobispo de Tarragona, el Arzobispo de Urgell y los Obispos de Terrassa y de Tortosa, con otros Obispos y sacerdotes.
Asistieron los Reyes de España con sus hijas, la Vicepresidenta del Gobierno de España y otras Autoridades con un buen grupo de familiares de personas que han perdido la vida a causa de la pandemia.
En su homilía el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, ha subrayado que en un tiempo en que «parece que todo se ha oscurecido» como es este de la pandemia, no estamos solos, Dios nos acompaña y no nos deja. Somos todos hijos de Dios y, por eso, hermanos entre nosotros. Olvidar estos sustantivos y vivir de adjetivos, como tantas veces hacemos, es un suicidio. Puso en valor aquellas personas, creyentes y no creyentes, que han dado una sencilla lección de solidaridad hasta dar la vida para cuidar de los demás, sin hacer caso al sectarismo, la crispación y el enfrentamiento.
El purpurado concluyó su homilía destacando las tres llamadas que el Señor hace «a los que vivimos en comunión con Él»: defender el derecho a la esperanza, dar ánimos y no guardarse el tesoro que es Jesucristo para nosotros.