El 26 de abril por la noche, en el Palau de la Generalitat de Catalunya, en Barcelona, el Muy Hble. Carles Puigdemont, Presidente de la Generalitat, ha entregado la Cruz de San Jorge a 27 personalidades y 13 entidades que se han destacado en el servicio en Cataluña en el plano cívico y cultural.
La Cruz de San Jorge es uno de los máximos reconocimientos que puede recibir una persona o una entidad por parte de la Generalidad de Cataluña. La distinción se creó en 1981 con el fin de distinguir a las personas naturales o jurídicas que, por sus méritos, hayan prestado servicios destacados en Cataluña.
La Hna. María Victoria Molins, religiosa de la Compañía de Santa Teresa de Jesús y voluntaria social, ha sido galardonada «por su compromiso con las personas desfavorecidas, singularmente desde el barrio del Raval de Barcelona. Implicada en la evolución de la Iglesia, su libro Alexia. Experiencia de amor y dolor vivida por una adolescente (1986) inspiró al director Javier Fesser el filme Camino . Su trayectoria fue reconocida en 2015 con el 32º Premio Internacional Alfonso Comín».
Entre las entidades, ha recibido la Cruz de San Jorge, en forma de placa, la Fundación Pere Tarrés «por el conjunto de su trabajo en el fomento de la educación en el tiempo libre, el voluntariado, la mejora de la intervención social y el fortalecimiento del tejido asociativo. Con el tiempo, estos campos se han ampliado a otros aspectos de la acción social, como la formación, la investigación y la gestión. Entre sus numerosos servicios, gestiona una amplia red de albergues y casas de colonias y dispone de la Facultad de Educación Social y Trabajo Social Pere Tarrés dentro de la Universidad Ramon Llull».
La Sala Cabanyes, Sección Teatral del Centro Católico de Mataró, ha sido galardonada «en el centenario de su creación y de la primera representación de Els Pastorets de Mataró , un espectáculo popular muy arraigado en la memoria de la capital del Maresme. Y también en reconocimiento a su papel integrador y de defensa de la lengua, la cultura y las tradiciones catalanas. El teatro actual, inaugurado en 1933, ofrece una programación estable y es un espacio de formación de profesionales de las artes escénicas».
También ha recibido la Cruz de San Jorge, la Asociación Caramelles del Roser de Sant Julià de Vilatorta, «por promover la memoria y la actividad de una fiesta de Osona que, como valiosa expresión de la música tradicional, se remonta al 1590. Las Caramelles del Roser tienen características singulares, como la indumentaria o el canto de los gozos del Rosario. En el cambio del siglo XIX al XX atrajeron la atención de reconocidos folcloristas. Actualmente, su grupo caramellaire tiene uno de los repertorios más amplios del país, que incluye desde festejos a cantos religiosos, pasando por las letrillas de temática política y social».
Barcelona, 27 de abril de 2016