Fecha: 29 de marzo de 2020 Cuentan que un día un anciano llevó su móvil a reparar convencido de que estaba estropeado. El dueño de la tienda, tras inspeccionar el aparato, le dijo: «Señor, este móvil no está dañado, funciona perfectamente». El anciano, con lágrimas en los ojos, le respondió: «Si no está dañado, entonces, ¿por qué nadie me llama?». Esta triste historia es un reflejo de la situación de soledad de muchos de nuestros mayores, especialmente durante estos días de forzosa reclusión....

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