Fecha: 28 de junio de 2020 El discípulo – testigo de Jesucristo experimenta diversos miedos. Uno de ellos, más que miedo, es el temor reverencial hacia el misterio que ha de testificar. Es el temor que experimentaba Isaías cuando recibió la misión de ser profeta: ¿cómo pueden hablar de ti mis labios impuros? (cf. Is 6,1-8). Bien mirado, ejercer de testigo del misterio es una osadía. Si nos mantenemos como evangelizadores y testigos es solamente porque hemos sido enviados y el Espíritu nos...

leer más