Fecha: 26 de abril de 2020 En vez de teorizar y hacer discursos, lo más conveniente para  nuestra fe cristiana, y en especial para nuestra fe en la Resurrección de Cristo, es observar los hechos y la vida. Concretamente, las vidas de personas “afectadas” por el encuentro con el Resucitado. Desde los comienzos no hubo otro camino. Primero fue observar lo que estaba ocurriendo y después, más allá de la sorpresa, dejarse interpelar personalmente. Un joven, que se había preparado para el...

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