Fecha: 20 de noviembre de 2022 Una profesora de Religión en un instituto público me preguntó qué podía responder al profesor de filosofía, ateo declarado que intentaba hacer proselitismo de su ideología entre los alumnos, cuando éste le interpeló diciendo que “no necesitaba a Dios ni a la vida eterna para vivir”. Sugerí a la profesora que preguntara al profesor si alguna vez había experimentado el amor concreto (naturalmente, me refería al amor pleno y auténtico). Intenté explicar que en todo...

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