Fecha: 26 de julio de 2020 Si la oración es el lugar donde el creyente, que ha sido hecho hijo de Dios por el bautismo, expresa y crece en la relación filial con el Padre, aprender a orar no consiste únicamente en la asimilación de unas técnicas de concentración, sino que es un proceso que no se puede separar de la vida de los hijos de Dios que comienza y se desarrolla en el seno de la Iglesia. De ella recibimos tanto la fe como el lenguaje en el que esta se expresa y llega a ser comprensible...

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