Fecha: 14 de abril de 2025

Este Lunes Santo, día 14 de abril, la Catedral de Tarragona ha acogido la misa crismal, una celebración que ha presidido el arzobispo Joan Planellas y que han concelebrado fray Rafael Barruè, o. Cisto., abad del Monasterio de Santa Maria de Poblet; Mons. David Abadías, obispo auxiliar de Barcelona, y una amplia representación del clero de la archidiócesis de Tarragona que han participado en esta jornada presbiteral.

La eucaristía ha empezado con la procesión de entrada mientras la Schola Cantorum dels Amics de la Catedral, que ha sostenido los cantos de la celebración, interpretaba el canto Jesucrist ha fet de nosaltres una casa reial. Un gran número de feligreses han asistido, también, a esta eucaristía.

El arzobispo Joan al clero: «Gracias por vuestra fe esperanzada, por vuestro trabajo abnegado y por vuestra caridad ardiente»

Después de la proclamación de la Palabra de Dios, el arzobispo Joan ha pronunciado la homilía en que ha ofrecido algunas reflexiones a los padres de la archidiócesis a partir del libro L’existència del prevere, paradoxa i misteri, del Dr. Gaspar Hernández, rector del Teologado de Ávila en Salamanca. «Los ministros ordenados somos “hombres de Dios” en un mundo secularizado; somos “hombres eclesiales” en una Iglesia cuestionada; somos hombres y humanos en medio de una grave crisis antropológica», ha expresado.

Fundamentándose en este libro, el Sr. Arzobispo ha hecho referencia al «decálogo de provocaciones» que se encuentra en él. Algunas de las que ha mencionado son que «es más importante como vivo como presbítero que el que hago como presbítero y, en el mismo tiempo, es más importante estar marcado a fuego por la misión que evangelizar con muchas acciones», que «es más importante el que Cristo hace en mí que el que yo mismo hago y, al mismo tiempo, es más importante mirar las personas con amor que juzgarlas» o también que «es más importante actuar en unidad que actuar de manera más perfecta pero aisladamente y, al mismo tiempo, es más importante el trabajo conjunto que el simple trabajo».

En este sentido, el arzobispo Joan ha explicado que hacen falta tres actitudes: «La humildad de quien reconoce la desproporción entre su persona y su misión. La confianza porque es el Espíritu quien une y dinamiza las polaridades de las paradojas del ministerio. Y la disponibilidad del presbítero a la conversión continua.» Por eso, ha invitado los padres a trabajar «juntos, sumando carismas y poniéndoos en el servicio de la armonía de todo el pueblo santo de Dios para hacer surgir el mejor de cada bautizado y de cada comunidad».

«Si el Espíritu Santo es con nosotros, si hemos sido ungidos por él, el futuro ya no será de confrontación, de resignación o de decadencia, sino de alegría, de fraternidad eclesial, de fecundidad y de “esperanza que no engaña”, sobre todo en este año del Jubileo, por desérticos que nos puedan parecer los momentos que estamos viviendo», ha concluido el Sr. Arzobispo, dando las gracias a los presbíteros y diáconos «por su fe esperanzada, por su trabajo abnegado y por su caridad ardiente.»

Renovación de las promesas sacerdotales y bendición de los santos oléos

Después de la homilía, la celebración ha continuado con la renovación de las promesas sacerdotales de los presbíteros de la archidiócesis. Y, en el momento del ofertorio, se han presentado los óleos, que este año los ha ofrendado la Cooperativa Agrícola de la Selva del Camp – COSELVA.

Por otro lado, durante la liturgia eucarística, el arzobispo Joan ha bendecido los óleos de los enfermos, y después de la comunión también se han bendecido los aceites de los catecúmenos y se ha consagrado el crisma, que será utilizado para la unción en los sacramentos del bautismo, la confirmación, la ordenación de presbíteros y obispos y también en la dedicación de sienes. Además, durante la misa, se ha rezado por los sacerdotes difuntos desde la última misa crismal: Mn. Pere Dalmau, Mn. Vicenç Morera, Mn. Manuel Borges, Mn. Miquel Barbarà, Mn. Francesc Xavier Fort, Mn. Josep Bonet i Mn. Joan Miracle.

Antes de cerrar la celebración, ha tenido lugar el homenaje a los presbíteros que celebran el cumpleaños de ordenación, que anualmente organiza la Delegación diocesana para el clero. Este año, ha sido reconocida la tarea ministerial de Mn. Xavier Reñé, en el sexagésimo cumpleaños de su ordenación presbiteral; de Mn. Miquel dels Sants Combalia, por el quincuagésimo aniversario, y de Mn. Clemente Lucena, en el vigésimo quinto aniversario.

Posteriormente, al Seminari. Casa de Cultura, ha tenido lugar la conferencia para los presbíteros y diáconos sobre el 1.700 aniversario del concilio de Nicea, que ha ido a cargo de Mons. David Abadías.

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