Fecha: 1 de julio de 2024

Cerca de trescientos docentes de las escuelas diocesanas participaron, el pasado viernes día 28 de junio, en la jornada de fin de curso de los centros de la Fundació Canònica Sant Fructuós: la Escola Joan XXIII de Tarragona, el Col·legi Sant Pau Apòstol de Tarragona, el Col·legi Sant Pau de Reus, el Col·legi Sant Rafael de la Selva del Camp, el Col·legi Mare de Déu de la Serra de Montblanc y el Centre d’Educació Especial Tilmar de Montblanc.

El acto, que fue conducido por el director del Col·legi Sant Pau Apòstol de Tarragona, Pablo Muñoz, tuvo lugar en el edificio del Col·legi Mare de Déu de la Serra de Montblanc y el Centre d’Educació Especial Tilmar de Montblanc. Durante las palabras de bienvenida, Muñoz recordó a los maestros y profesores que «la fe es el vínculo común de las escuelas diocesanas, y Cristo y la pastoral son nuestro corazón, del que se desprende nuestra acción educativa».

Arzobispo Joan: «Es necesaria una formación cristiana no sólo de la cabeza, sino que llegue al corazón»

El presidente de la Fundació Sant Fructuós, el arzobispo Joan Planellas, dirigió unas palabras de agradecimiento a los docentes «por su labor diaria, por el esfuerzo que supone hoy en día la función de enseñar, en un mundo que está perdiendo a marchas forzadas el compromiso con el Evangelio de Jesucristo, los valores que encuentran en una antropología cristiana, en los valores de la unidad y de la paz».

El Arzobispo les dijo que «en la identidad de la escuela católica para una cultura del diálogo vemos cómo la misión educativa de la Iglesia forma parte de un proyecto pastoral más amplio: estar “en salida” y “en movimiento”, para poder testimoniar, comunitariamente, el talante del Evangelio con coherencia, con proximidad, con humildad y con una confesionalidad cristiana que se convierta en inspiradora». Por este motivo, aseguró que «la propuesta pastoral va dirigida, en primer lugar, a todo el claustro de profesores» y pidió que «todos los profesores, no sólo quienes hacen religión, pudieran obtener la DECA» y también que se dedique un tercio de los espacios de formación del profesorado a la identidad y a la misión.

Por otra parte, Planellas les planteó los retos de futuro que habrá que afrontar, afirmando que «tendremos que ser capaces de incidir en una fe que se convierta en verificada en la cultura y, al mismo tiempo, una fe que se convierta en comprendida para ser celebrada y para ser vivida en la comunidad». Por eso, dijo, «es necesaria una formación cristiana no sólo de la cabeza, sino una formación cristiana que llegue al corazón». Así, remarcó que «la escuela católica necesita educadores, tanto laicos como consagrados, que sean “competentes, convencidos y coherentes, maestros de conocimiento y de vida” y que en el día a día quieran, sobre todo, a los suyos para que los alumnos son los «sujetos activos del proceso educativo»».

Por último, en su discurso, el arzobispo Juan dedicó unas palabras de agradecimiento a la directora de la Fundació Sant Fructuós, Cinta Sebastià, «que a lo largo de estos tres años ha puesto en marcha y ha consolidado nuestra fundación canónica y que se jubilará el próximo once de septiembre».

Conferencias, testimonio y lema del nuevo curso

Tras el parlamento del arzobispo Joan Planellas tuvo lugar una oración que prepararon conjuntamente los responsables de pastoral de los centros educativos diocesanos y que dio paso a la conferencia de Enric Fernández Gel, filósofo que, entre otros, se dedica a la divulgación a través de un canal de YouTube, en el que tiene casi 600.000 seguidores. El filósofo planteó diversas situaciones en las que se puede hacer presente la identidad y los valores cristianos en el día a día de los centros educativos.

Una vez finalizada la conferencia, fue el turno de Praiselord Group Music, un grupo de música cristiana de la archidiócesis que ha sido el encargado de componer el himno del próximo curso 2024-2025 para las escuelas diocesanas, M’aixecaré, que conecta también con el lema del curso, «AIxeca’t».

Por otra parte, el delegado diocesano para la educación, Rafael Muñoz, también intervino para presentar la Comisión de pastoral de las escuelas diocesanas, que se ha formado con los responsables de pastoral de los seis centros, los sacerdotes que están ahí destinados y uno de los directores de los centros. En esta línea, Muñoz subrayó que la labor que se lleva a cabo desde esta Comisión debe ser conjunta con todo el claustro de profesores de los centros para trasladarla al día a día de las escuelas.

En esta segunda parte del acto también se desarrolló una mesa redonda en la que se presentaron tres testigos de diferentes realidades de servicio de la Iglesia. Por un lado, Alexis ofreció su vivencia en la Comunità Cenacolo de Cornudella de Montsant, gracias a la cual pudo salir de una etapa complicada de su vida. En segundo lugar, la Cinta Sebastià presentó la labor que se lleva a cabo desde la Comunidad Sant’Egidio, donde se acompaña a un centenar de personas pobres para garantizarles las necesidades básicas. Y, finalmente, la Hna. Maria Iesu Infante, s.s.v.m., y Teresa Solé expusieron el servicio que se ofrece desde Llar Natalis para las mujeres embarazadas en situaciones de riesgo. Son tres ejemplos de cómo el mensaje de amor de Jesús se hace presente en realidades concretas.

Para cerrar el acto, la directora de la Fundació Canònica Sant Fructuós, Cinta Sebastià, se despidió del profesorado por su jubilación, dando gracias al arzobispo Joan por la confianza que ha depositado en ella durante estos años al frente de las escuelas diocesanas y en el conjunto de los equipos directivos y al profesorado.

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